Efecto global. Impacto desigual (ODS 10)

Este curso 2020-2021, queremos lanzar una mirada global al mundo que nos rodea. Después de todo lo sucedido en el mundo desde que en enero de 2020 se conocieran las primeras noticias sobre la existencia de un nuevo virus, el Covid-19, nos hemos dado cuenta de nuestra vulnerabilidad y de la interconexión en la que vivimos. Esta vez, más que nunca, hemos sido conscientes de que lo local es global y de que lo que ocurre en la otra punta del mundo nos termina afectando también en nuestras casas. Esta durísima crisis nos ha servido también para establecer prioridades y darnos cuenta de lo que es realmente importante, como los cuidados. Hemos vivido en nuestras carnes la imperiosa necesidad de saber que nuestros mayores están en buenas manos; la dedicación que implica cuidar y enseñar a los más pequeños de la casa; la importancia de poder acompañar a nuestros seres queridos en el hospital…

Pero también hemos visto que si trabajamos juntos podemos hacer grandes cosas. Hemos visto que juntos somos más fuertes, y que las redes de solidaridad han surgido desde la ciudadanía de una forma natural, casi desde la necesidad de hacer algo por los demás en tiempos de incertidumbre y angustia.

Al mismo tiempo, nos ha servido para darnos cuenta de que una misma situación, por grave que sea, NO tiene los mismos impactos en todos los países ni en todas las personas. Hemos visto de primera mano cómo las personas más vulnerables son quienes más sufren en situaciones de crisis. Porque la capacidad de hacer frente a las crisis depende de situaciones estructurales y éstas sí que las podemos cambiar. El número de camas de hospital, el buen funcionamiento de los servicios públicos, la existencia de redes y ayudas públicas para sostener a los más vulnerables… son parte de la realidad.