La lucha por el reconocimiento de los derechos de las comunidades más desfavorecidas es de vital importancia para que todas las personas que viven en ellas tengan una vida digna. La pobreza abarca una dimensión que va más allá de la puramente económica, y engloba aspectos como el acceso a una educación de calidad, la alimentación saludable, el acceso a la salud o un trabajo digno.
Desde hace décadas trabajamos para que las personas más desfavorecidas de los países en los que estamos presentes vean cubiertas sus necesidades y derechos. En este sentido, apostamos por la formación, la sensibilización y la búsqueda de alternativas económicas que favorezcan el desarrollo de una vida digna para todos y todas.
Nuestros proyectos de garantía de una vida digna siempre van acompañados de una intensa labor de incidencia que empodera a las comunidades para reclamar sus derechos ante las autoridades locales.