Los suburbios de Mathare ocupan unas 460 hectáreas y están habitados por medio millón de personas, de las cuales alrededor de un 70% son mujeres, niñas y niños. El asentamiento de Mathare se caracteriza por el ruido y el caos, donde los chicos jóvenes se dedican al robo y las violaciones; la zona está sumida en la máxima miseria, con condiciones de vida insalubres, abarrotada de gente que vive en chabolas hechas de lata o cajas de cartón. Las viviendas son muy pequeñas, sin electricidad y con una única habitación donde viven todos los miembros de la familia.
La mayoría de las mujeres son madres solteras muy jóvenes. El nivel de vida es muy bajo, con deficiencias sanitarias debido, entre otros factores, a la escasez de agua, pues el río Nairobi está altamente contaminado, lo que hace habitual la transmisión de enfermedades. También hay un elevado número de casos de personas infectadas por VIH. La pobreza es la realidad de los hogares de donde viene la mayoría de las estudiantes del colegio de Sta. Teresa, las cuales se ven obligadas a realizar muchas tareas domésticas, lo que les deja muy poco tiempo para estudiar. Asimismo, la asistencia es escasa debido al largo camino que tienen que recorrer andando hasta llegar al colegio.
El Colegio Sta. Teresa lleva años viendo la necesidad de salvaguardar a las chicas de los peligros de violaciones, secuestros, embarazos prematuros y la exposición al VIH a la que están sometidas. Esto sólo puede hacerse facilitando a las alumnas un hogar que les proporcione seguridad y cubra sus necesidades básicas, ya que muchas ni siquiera tienen asegurada una comida en su “casa”. A veces están demasiado hambrientas para caminar hacia o desde el colegio, y como en muchas familias comen por turnos, si no es el turno de la chica para comer, esa noche duerme con hambre. De hecho es frecuente que se desmayen en el colegio por hambre, lo cual interfiere obviamente en su rendimiento académico.
Muchas chicas caminan largas distancias para ir al colegio atravesando una zona muy peligrosa donde están expuestas a violaciones y secuestros. Algunas han sido víctimas de abusos físicos y sexuales en su camino hacia o desde el colegio. El otro factor que dificulta el mantenimiento en los estudios de las alumnas de Sta. Teresa es el alto índice de alcoholismo de sus padres, que no pagan las cuotas del colegio ni sus necesidades básicas, sin mencionar la violencia de género que se acrecienta aún más en este contexto.
Con la construcción de la residencia conseguiremos que 100 chicas…
- Mejoren su rendimiento ya que tendrán un entorno favorable para estudiar.
- Tengan una comida asegurada al día.
- Estén a salvo de agresiones sexuales, embarazos prematuros, contagio de enfermedades de transmisión sexual y VIH.
- Reduzcan el riesgo de abandono escolar debido a embarazos y otras razones.