Santa Teresa School (Mathare, Kenia)
El cierre de los colegios en el segundo trimestre de 2020 supuso un fuerte varapalo para las alumnas de secundaria del Santa Teresa School.
Además de sus estudios, su salud se vio seriamente comprometida al volver a casa donde sus familias luchaban por sobrevivir. Todas las niñas se fueron a casa con un kit de supervivencia, y mensualmente hemos estado enviando una ayuda económica a las familias de las más necesitadas, para garantizar su alimentación.
En sus casas encontraron el conocido panorama de tener que ocuparse de las tareas domésticas, cuidar de sus hermanos pequeños y estudiar sin electricidad. En el slum de Mathare, de donde proceden la mayoría de las chicas, las familias apenas podían conseguir un plato de comida diario. Tradicionalmente, las chicas son las últimas en comer, si queda algo en el plato para alimentarse.
Con el paso de los meses, el colegio decidió comprar alimentos a granel, almacenarlos en el colegio, hacer los lotes y llamar a las niñas para que fueran a recogerlos. De esta forma, además de garantizar la alimentación de las niñas y sus familias se pudo hacer un seguimiento de su estado.
Durante el confinamiento ha habido un aumento de embarazos entre las chicas jóvenes, así como un incremento de la violencia contra las mujeres.
La vuelta al colegio en octubre nos alertó de las críticas necesidades de estas jóvenes con claros síntomas de desnutrición. A su vuelta, el colegio puso en marcha un programa de alimentación y dedicó especial cuidado a las chicas que habían sido madres.
Durante el confinamiento se ha mantenido el salario de 47 personas trabajadoras del colegio.